Cuidado de los pies con diabetes

La higiene es un punto importante en el paciente diabético, ya que permite evitar o prevenir lesiones e infecciones.

En el caso de la piel es conveniente el baño diario, la lubricación y protección solar, así como frotar las áreas de aplicación de la insulina. No reventar las ampollas que hayan salido y tratar con mucho cuidado los cortes y heridas abiertas.

En cuanto a los pies, es necesario revisarlos a diario para identificar cualquier señal de lesión. Lo ideal es lavarlos diariamente y secarlos muy bien. Utilizar cremas para lubricarlos e hidratarlos o utilizar talcos en caso de padecer de sudoración excesiva. Además, para prolongar la salud de los pies, se deben cortar las uñas en forma recta y no utilizar calcetines o zapatos que aprieten o lastimen, actualmente existen calcetines y medias especiales para que los pies puedan descansar sin ser lastimados.

Es recomendable no lavar los pies con agua muy caliente, o utilizar bolsas de agua caliente para calentarlos durante la noche. Tampoco cortar los callos o permitir que las uñas penetren en la carne. Es aconsejable que visitar al médico ante cualquier cambio de temperatura, forma, tamaño y coloración en los pies.

Es a partir del esfuerzo diario que se obtienen los mejores beneficios. Aquellas personas que se comprometan con el tratamiento y los cuidados correspondientes tendrán como resultado una mejor calidad de vida.